O cazan más a los infractores o la Liga Española se ha endurecido. 'ProFootballDB' ha analizado las primeras jornadas del campeonato liguero tanto en Primera como en Segunda y ha llegado a la conclusión de que el comienzo de la temporada ha sido mucho más duro que hace un año.
A la conclusión de la cuarta jornada, en la 2018-19 solo se habían mostrado cuatro tarjetas rojas y ninguna por una acción violenta, todas por doble amarilla. Un año más tarde, la cifra se ha multiplicado por tres.
En lo que va de temporada en Primera, los colegiados han expulsado a 12 jugadores, ocho de ellos por roja directa. La explicación podría encontrarse en el VAR, que, eso sí, ya estaba en marcha la pasada campaña, y en la mayor protección al jugador en las entradas al talón.
Un incremento del 150% que, en cualquier caso, también habla de un aumento de la intensidad de los futbolistas. Ocho de las expulsiones que han tenido lugar hasta el momento han llegado de manera directa, sin doble amonestación. Y casi todas por una acción violenta.
También en Segunda División se está luchando con vigor en este comienzo de campaña. La aplicación del VAR ya empieza a dar sus frutos y las expulsiones se han duplicado en relación a las primeras cinco jornadas de la campaña 2018-19.
Si entonces hasta 14 jugadores habían tenido que abandonar el terreno de juego con antelación, en lo que va de campaña la cifra ha aumentado hasta los 28.
Curiosamente, los números también se multiplican casi a la perfección a la hora de hablar de las rojas directas. Si en la 2018-19 cuatro de las 14 expulsiones habían llegado mediante cartulina roja, en esta 2019-20 nueve de las 28 llegaron de este modo.
Aunque el VAR se ha empleado más para otro tipo de acciones en Segunda, su aplicación vuelve a poner de manifiesto que los futbolistas están más controlados y las acciones violentas terminarán por reducirse casi a la fuerza.
El primer paso ha sido castigarlas con mucha más vehemencia que hace un año y de ahora en adelante se espera que en los equipos aumente el control y desciendan las expulsiones. Hasta ahora, en cualquier caso, los números mandan y dicen que LaLiga ha empezado con bastante lucha.