Había mucho en juego. Nada más y nada menos que una final, por lo que las ganas de empezar por encima en el marcador desbordaban tanto del equipo que actuaba como local, el Benfica, como del visitante, el Oporto.
Los 'dragones' abrieron la lata con un gol de Brahimi, que se encontró el balón dentro del área. Le llegó tras un rechace de Vaná Alves. Solo tuvo que rematar a placer para poner el primero en el minuto 24.
Nada más abrirse la lata, el Benfica se puso manos a la obra para buscar su primer tanto y empatar el encuentro. Lo logró siete minutos después Rafa Silva y lo hizo de una manera bastante parecida a Brahimi. Lo tuvo fácil para rematar a puerta.
Marega, cuatro minutos después del tanto del empate y 11 más tarde del primero del partido, de Brahimi, remató un balón con la zurda dentro del área, eso sí, fue un gol con polémica, ya que protestaron una posible falta en ataque previa al remate.