Siempre se ha dicho que la justicia va un poco lenta y, sin duda, en el Sevilla han podido dar buena cuenta de ello. El club hispalense informó que una parte del Sánchez-Pizjuán permanecería cerrada en el choque ante el Valencia y así fue. Concretamente, los sectores N11 y N12.
Dicha sanción viene de la temporada 2017-18 y tiene en Sergio Ramos su particular culpable. Un sector de la grada dedicó insultos hacia el camero y el Comité de Competición entró de oficio en el asunto.
Aquel encuentro entre ambos conjuntos acabó con un acta incendiaria y con las posteriores sanciones económicas por parte del Comité. No obstante, el castigo no se cumplió en el momento que tocaba y por ello la RFEF instó al club a cumplirlo.
De este modo, ambos sectores permanecieron cerrados en la victoria del Sevilla ante el Valencia. Aun así, el público rugió durante los 90 minutos y empujó a su equipo hasta el final.