El equipo estaba hundido en la tabla del Grupo 2 de la Segunda División B, acumulando una docena de partidos sin ganar de forma consecutiva.
La situación rozaba el límite y el Gernika decidió motivar a sus futbolistas de una forma muy especial antes del duelo ante la Real Sociedad B.
Y es que los familiares de los jugadores acudieron al vestuario en los prolegómenos del partido para animar a la plantilla y transmitirles su apoyo.
Una medida que resultó ser tan original como efectiva, ya que el Gernika. tras doce jornadas de angustia, logró por fin un triunfo.
"A pesar de la clasificación, los ánimos y el buen ambiente siguen intactos", comentó en 'Mundo Deportivo' el técnico del cuadro vasco. Y es que con la familia de tu lado, todo es más fácil.
17 de noviembre de 2018