Fue la ocasión para que los menos habituales se reivindicasen. Fue el día que Lunin debutó en partido oficial con el Valladolid. En el que De Frutos gozó de su primera titularidad.
En el que El Hacen, Corral y Aguado demostraron a Sergio que puede confiar en el Promesas su fuera necesario. En el que Luismi reapareció tras perderse prácticamente todo 2019 por lesión.
El encuentro en sí no tuvo mayor misterio. No hubo sitio para la sorpresa. El Valladolid dominó y sometió a su modesto rival como estaba previsto. A diferencia de otros clubes de Primera y Segunda, los blanquivioletas se tomaron con una seriedad inesperada el encuentro copero.
La diferencia de categoría pronto se notó. El Tolosa, de Tercera División, no fue rival ni para un Valladolid plagado de caras nuevas y poco habituales.
Pese a todo, el primer gol se hizo de rogar. Llegó a los 21 minutos de juego, tras un centro de Antoñito que Enes Ünal cabeceó al fondo de las redes.
El gol tranquilizó al Valladolid, aunque no dejó en ningún momento de atacar. Su rival, pese a todo, también tuvo sus opciones, aunque lo cierto es que el Tolosa no estuvo nada fino en ataque.
El segundo tiempo llegó con un par de cambios. Sergio, pensando en el Valencia, dio descanso a Antoñito y Ünal, entrando Moyano y De la Fuente en lugar.
Sin el turco en el campo, Aguado ganó protagonismo en ataque, y furto de ello fue su doblete, anotado en los minutos 57 y 65. El partido quedó visto para sentencia.
El Tolosa trató de reaccionar con sus propios cambios, pero apenas logró inquietar a un Lunin que tuvo un debut la mar de tranquilo.
El último cambio del Valladolid fue un experimento. Sentó Sergio a El Hacen para dar entrada a otro canterano, Kike Pérez, reordenando de ese modo su esquema. Si había un partido para hacer pruebas, era este, sobre todo ganando 0-3.
El Valladolid estará en el sorteo de la siguiente ronda, mientras que el sueño copero del Tolosa terminó aquí, ante un Pucela que recuperó el gol perdido, algo que deberá confirmar en Liga, claro.