Apenas habían transcurrido diez minutos de partido cuando Turquía amortizó una buena jugada por el perfil izquierdo que terminó siendo definida por Under, que esperó su momento en la frontal del área.
Combinó bien el cuadro otomano hasta que encontró al futbolista de la Roma, que recibió demasiado solo ante la pasividad de la defensa helena. Muy fácil para alguien de su talento.
Con un solo toque desplazó el esférico hasta acomodarlo para su pierna zurda, con la que conectó un remate pleno de potencia que imposibilitó la estidada del guardameta griego.
30 de mayo de 2019