Los jugadores y el cuerpo técnico de Unión no olvidarán facilmente el partido ante Independiente. No tanto por la remontada que sufrieron ante el 'Rojo' como por el viaje que les llevó hasta Avellaneda.
Tardaron más de siete horas en un trayecto que dura poco más de cinco. El vehículo se quedó sin aire acondicionado por lo que tuvo que realizar varais paradas extras para que los futbolistas se refrescaran en un día en el que se alcanzaron los 35 grados.
"El viaje fue muy malo. Tardamos un poquito más de 7 horas y el bus no estaba en las mejores condiciones. Se rompió el aire, tuvimos que parar un par de veces", comentó Bottinelli en declaraciones a 'Estamos Motivados'.
No es la primera vez que Unión tiene un problema con sus autobuses. El pasado 27 de enero, el vehículo en el que viajaban se chocó contra la pared cuando entraba al estadio de Belgrano e hirió a un policía.
9 de febrero de 2019