El Cagliari y el Sassuolo dejaron un bonito partido que concluyó en un empate a dos. El marcador lo abrió Scamacca y poco después puso Keita Baldé de nuevo el empate, en concreto, a los tres minutos.
Pero no fue un gol cualquiera, ya que perfectamente oposita a ser uno de los mejores de la temporada por su bella factura y su dificultad técnica en la ejecución.
Todo se desarrolló en el interior del área, Nandez vio a su compañero y volvió a meter el balón en la olla. El atacante, por su parte, se hizo hueco, el balón fue un poco hacia atrás y no tuvo más remedio que improvisar.
Keitá Baldé se atrevió con una media chilena y le salió de maravilla. El balón se fue directamente cerca de la escuadra de Consigli, que no se esperó semejante remate y cuando fue a reaccionar ya era tarde.