Jackson Follmann sabe bien lo que vale la vida. Por eso, cambiar de aires y enfrentarse a nuevos retos con los que enriquecer la suya no supone un problema para uno de los pocos supervivientes del accidente de avión de Chapecoense.
En aquel fatídico noviembre de 2016, el que fuese portero del equipo brasileño salvó su vida en el mismo momento en el que la perdieron casi todos sus compañeros. Y no quiere dejar para mañana los sueños que quiere cumplir.
Uno de ellos es el de crecer como cantante, razón por la que dejará Chapecoense. La pandemia redujo su actividad en el club, donde trabajaba como embajador de la entidad en el mundo, y, a la vez, comenzó a progresar en un mundo en el que intentará tener tanto éxito como tuvo en el fútbol.
Follmann mandó una nota de despedida a 'Globo Esporte' llena de emoción y agradecimiento: "Desde el 16 de marzo, terminó mi relación profesional con Chapecoense. Nunca imaginé en mi vida que entraría a este club como un chico soñador y lo dejaría inmortalizado como ejemplo de motivación y superación. Ese equipo de 2016 ganó no solo el corazón de Chapecó, Santa Catarina, sino también el de Brasil y el mundo".
"Mi relación con Chape es eterna. Es mi equipo en el fondo y lo tomaré durante toda mi vida. Aquí conquisté las mayores glorias de mi carrera y también tuve los mayores sufrimientos de mi vida. Tuve una relación increíble con el equipo y la afición, que son los principales responsables de mi pasión por este querido club. Mi corazón sigue como el de un 'guerrero indio'. Siempre estaré agradecido por lo que Chape representa en mi vida, un abrazo para todos ", concluyó.