En un día de despedidas, el Amorebieta derrotó a la Ponferradina para cerrar la temporada. No había nada en juego, pues era inalcanzable tanto la permanencia como la participación en el 'play off' de ascenso, así que su cara a cara en Lezama fue uno de no muchas ocasiones, bastante igualdad y un gol definitorio.
Mikel Álvaro, Saizar y Sagastibeltza, jugadores del cuadro vasco, y Jon Pérez Bolo, entrenador de los bercianos, ponían fin a sus etapas en estos equipos. Hubo un acto al principio del choque para los tres primeros. El cuarto ya anunció en rueda de prensa que esta iba a ser su última actuación como técnico de una escuadra que ha llevado incluso a tontear con la irrupción en Primera.
Aunque estos fueran los alicientes perfectos para muchos goles y diversión en aras de conmemorarles, la victoria de alguno de los dos bandos se resistió mucho. Los represenantes de El Toralín fueron quienes de más dominio gozaron, sobre todo en los compases previos al descanso, pero el enfrentamiento no acogió nunca un control claro o descarado de alguno de los dos conjuntos y la efectividad mandó.
Hubo ocasiones, no demasiadas, pero las hubo de sobra para que el marcador se hubiera alejado del 0-0 antes del tiempo añadido. Una gran parada de Saizar en los primeros minutos, probablemente la oportunidad de mayor peligro que no terminó en gol. En un disparo a bocajarro de Agus Medina -recurrente protagonista de los ataques de la Ponfe-, el cancerbero sacó a relucir una manopla salvadora.
Orozko, que fue de más a menos, se erigió en la figura más importante el Amorebieta para opositar al triunfo, sobre todo en la primera mitad. La acabó cosechando Iker Unzueta, que, en el minuto 93, aprovechó que nadie le marcaba en el área para rematar, en plancha casi tocando el césped, un envío que terminó en el fondo de las mallas de Lucho García.
Su acierto decantó la balanza, pues, en este segundo acto, Agus Medina se había quedado de nuevo con las ganas de volcar los tres puntos del lado de los suyos con un tiro cruzado. No pudo ser y, con el gol de Unzueta más tarde, los vascos, por mucho que hayan descendido, dedicaron una victoria a los suyos para amarrar el curso.