Un goleador impresionante, figuras que emergieron a lo largo del torneo, victorias destacadas y fortaleza para sobreponerse ante la adversidad: Uruguay e Italia están en la final del Mundial Sub 20 de Argentina y no hay duda de que se lo ganaron.
De un lado, un equipo al que nunca le faltaron seguidores, sin importar los 10.000 kilómetros de distancia que hay entre Buenos Aires y Roma; del otro, que fue alentado por miles de fanáticos que cruzaron el Río de la Plata y que este fin de semana volverán a hacerlo para que la ciudad de La Plata sea una marea celeste.
El Estadio Único Diego Armando Maradona se vestirá de gala este domingo para que 1 de los 2 se lleve a casa un trofeo que, hasta el momento, ninguno pudo colocar en sus vitrinas.
El camino a la final
Semifinalista del último Europeo Sub 19, Italia comenzó su camino en el Mundial con una gran victoria por 3-2 ante una Brasil que llegó a estar 3 goles abajo y que pudo ser goleada.
Muchos creyeron que el triunfo frente el campeón del Sudamericano Sub 20 era una sorpresa. Luego quedó claro que fue simplemente la 1ª muestra de lo que el equipo dirigido por Carmine Nunziata tenía para dar. Uruguay se estrenó con una goleada por 4-0 ante Iraq y ese fue el último encuentro que los de Marcelo Broli jugaron sin afrontar complicaciones.
Italia cayó frente a Nigeria y venció sin problemas a República Dominicana. 'La Celeste' perdió con Inglaterra y se llevó un triunfo sobre la hora ante Túnez. Esto marcó que las 2 selecciones finalistas acabaron segundas en sus respectivos grupos, algo que sucedió por última vez hace 10 años. En aquella oportunidad, el último encuentro fue entre Francia y Uruguay.
Las lesiones de Andrés Ferrari y Mathías Abaldo marcaron el camino charrúa hacia la fase de eliminación directa. Luego, el equipo de Broli perdió por una suspensión a Luciano Rodríguez y por otra lesión a Mateo Ponte.
Con poco recambio y parando a jugadores en distintos lugares a los que habitualmente se desempeñan, Uruguay eliminó a Gambia y luego dejó por el camino a Estados Unidos. Los norteamericanos eran hasta ese momento invictos y no habían recibido goles en sus anteriores 4 juegos.
Italia debió enfrentarse a Inglaterra y a Colombia. Los de Nunziata se tomaron revancha ante el conjunto que los eliminó en las semifinales del Europeo y luego acabaron con el sueño del equipo que hasta ese momento se había especializado en remontar resultados adversos. Ya en semifinales, Uruguay venció a Israel e Italia dejó por el camino a Corea del Sur en sendos espectáculos para los aficionados.
Entre fortalezas y estrellas
Estos resultados dejaron claro que ambos equipos tienen muchas fortalezas, que intentarán aprovechar en el último juego. La que salta a la vista es el poderío defensivo de Uruguay. 'La Celeste' recibió 3 goles ante Inglaterra y luego mantuvo su portería imbatida en los otros 5 encuentros que disputó. A Italia le convirtieron en 7 oportunidades.
Del otro lado, ambos demostraron su fuerza ofensiva: los europeos marcaron 13 tantos y los sudamericanos 11. El más destacado, sin duda, fue el centrocampista italiano Cesare Casadei, quien será, salvo catástrofe, Bota de Oro.
El '8' marcó 7 tantos en 6 encuentros y dejó claro por qué el Chelsea apostó por él. Su facilidad para manejar el balón, su potencia para disparar, su gran cabezazo y su habilidad para jugar cerca de las áreas lo convierten en 1 de las grandes figuras del Mundial. Matteo Prati, Tommaso Baldanzi, Giuseppe Ambrosino y Francesco Esposito fueron otros futbolistas destacados.
En Uruguay, lo más importante fue la fortaleza de un equipo que, partido a partido, se repuso ante las adversidades y que tuvo en cada jugador un fiel representante de la histórica 'garra charrúa'. Con Sebastián Boselli como líder y un impresionante trabajo de Mateo Ponte, Facundo González y Alan Matturro, la defensa destacó desde el primer partido.
Y cuando Ponte se lesionó, el centrocampista Rodrigo Chagas se paró como lateral por el sector derecho y lo hizo como si hubiese jugado toda su vida allí. El capitán Fabricio Díaz y el talentoso Franco González también brillaron en un equipo en el que Anderson Duarte pasó del banquillo a liderar el ataque por las lesiones y las expulsiones y se convirtió en el goleador con 3 tantos en los partidos más importantes del certamen. Por todo esto, no hay duda de que ambas selecciones se ganaron el derecho a estar en la final.