La lesión, idéntica a la que sufrió hace justo dos años, no es una rotura total, sino que es parcial, por lo que el jugador podría no tener que pasar por el quirófano.
Los servicios médicos tienen que hacerle una nueva prueba para terminar decidiendo si necesita cirugía o se puede tratar con tratamiento conservador.
Se desconoce cuánto tiempo pasará en el dique seco, pero se estima que, aproximadamente, unos dos o tres meses.