Real Madrid y Atlético vuelven a medir sus fuerzas este sábado en un encuentro siempre especial y con un Fede Valverde protagonista, sobre todo en el último.
Su altruista falta sobre Morata en el minuto 114 de la prórroga en Yeda (Arabia Saudí) evitó un mano a mano del punta madrileño con el belga Thibaut Courtois que pudo haber cambiado la historia de dicho partido, y quizá de la de ambos conjuntos durante este mes de enero. Más allá de esa acción, fue nombrado jugador más valioso (MVP) de la final y demostró en un partido clave su importancia en el Real Madrid.
Los blancos conquistaron su primer título de la temporada y lograron colocarse líderes de LaLiga Santander, mientras que los 'colchoneros' atraviesan un bache de resultados -dos derrotas, con eliminación en dieciseisavos de Copa del Rey incluida, y un empate- que les deja a diez puntos de su eterno rival en el campeonato doméstico.
Un rendimiento del equipo de Zidane que no se entendería sin el gran estado físico de toda la plantilla y sin un Valverde que se ha adueñado de la posición en el centro del campo que en la cabeza del francés estaba reservada en verano para su compatriota Paul Pogba. El del Manchester United no llegó a la capital de España y 'Zizou' descubrió que lo tenía en casa.
La primera titularidad esta temporada de 'El Pajarito' llegó frente a Osasuna el 25 de septiembre, a tres días del derbi, y que sirvió para que el entrenador madridista se quedase encandilado del centro del campo formado por el uruguayo con el alemán Toni Kroos marcando el tempo del juego y el brasileño Casemiro desmontando el ataque rival.
Así, Valverde dispuso de su gran oportunidad frente al Atlético, por delante de todo un Luka Modric, y su entrega en el centro del campo durante un partido muy físico acabó por decantar la balanza a su favor, ya que dispone de cualidades que ningún otro jugador de la plantilla madridista goza.
Fede se formó en Montevideo como volante y llegó al Castilla en 2016, donde creció tácticamente. El argentino Santiago Solari le utilizó en el filial blanco como '5' donde, aunque maniatado por no poder llegar al área, otra de sus grandes virtudes, aprendió el posicionamiento que exige el fútbol de élite. Ahora, se ha convertido en ese típico centrocampista inglés 'box to box' al que le añade la garra que caracteriza a todo jugador uruguayo.
De oportunidad a indiscutible pasando por una de las jugadas de las que más se ha hablado esta temporada. Valverde jugará el tercer derbi de su carrera en su mejor momento.