Donny van de Beek aterrizó en el Manchester United con 23 años, cuando se le consideraba uno de los grandes talentos jóvenes del centro del campo europeo. Venía de brillar con ese Ajax que enamoró a todo el continente y costó unos 39 millones de euros que las arcas de Old Trafford aún no han amortizado deportivamente. Desde su puesta de largo como 'red devil', el neerlandés se vio arrastrado a la dinámica general del 'Teatro de los Sueños', una pesadillesca.
Hace un par de temporada, la directiva intentó recuperar la mejor versión del canterano de Ámsterdam con una cesión al Everton que tan solo le reportó 7 actuaciones, 5 de ellas como titular, y que no ayudó a desempolvar su cara más acertada. De vuelta al club del que es propiedad, ha salido al campo en 12 ocasiones, 4 de ellas de inicio, entre la campaña 22-23 y lo que va de la 23-24, un panorama dantesco para él y para el proyecto.
Puede que la solución llegue en invierno, para cuando, según Fabrizio Romano, el Eintracht de Frankfurt tiene alicatada su llegada en fórmula de préstamo con opción de compra. En caso de que satisfaga su nivel en Alemania, los despachos del equipo que se ha fijado en él tendrían que pagar 11 'kilos' con 4 extra en caso de que cumpla determinados objetivos de rendimiento. Trámites como las pruebas médicas o la firma de su contrato deberían resolverse esta semana.
La noticia ha amenizado el inicio de unos días en los que el 'quid' de la cuestión en Inglaterra sobrevolará la Champions League por el sorteo de los octavos de final. Su fútbol tan solo ofrece una visita del Leicester, recién descendido, al Birmingham City, el exequipo de Jude Bellingham, uno de los grandes motivos de orgullo por parte de la patria británica, cuyos aficionados no han podido disfrutar de ese Donny van de Beek que pareció irrumpir en la Premier League para ser uno de sus mejores jugadores esta década.
December 18, 2023