En el fútbol es bien conocido que las cualidades físicas son esenciales para la carrera de cualquier jugador. Pues bien, Virgil Van Dijk va sobrado de ellas, y así lo demostró en un entrenamiento con la Selección Holandesa.
Ni los nervios previos al importante encuentro de la Liga de Naciones ante Francia atenazan al zaguero del Liverpool, que goza de un momento de forma asombroso en la temporada en la que se ha conformado como un pilar del equipo de Jürgen Klopp.
Esta vez hizo una demostración bajo techo, en los entrenamientos en gimnasio con el combinado 'oranje'. Sus compañeros colgaron un balón del techo, más o menos a unos tres metros de altura, y él se encargó de cabecearlo.
La tarea no era nada sencilla, pero el defensa cogió carrerilla y se impulsó de manera sobrenatural y, desoyendo las leyes de la gravedad, logró tocar el esférico a esa altura. Una proeza al alcance de muy pocos.
16 de noviembre de 2018