Vanina Correa es uno de los grandes motivos por los que Argentina ha regresado a un Mundial femenino tras lo que pareció una eternidad. Y, además, lo hizo tras haber sido madre.
Estuvo a punto de convertirse en todo un muro ante Inglaterra, pero Jodie Taylor evitó un nuevo empate. Sin embargo, nadie le puede quitar mérito a su gran partido y a la gran historia que tiene detrás.
A sus 35 años, hace dos que regresó al mundo del fútbol para disputar la Copa América con Argentina. Estuvo en el Mundial de Estados Unidos en 2003 y en el de China de 2007.
En 2010 decidió retirarse para ser madre. Romeo y Luna, sus dos mellizos, fueron su principal preocupación durante casi siete años, hasta 2017.
En ese momento Carlos Borrello volvió a ser el seleccionador nacional y convenció a la portera para que volviese a los terrenos de juego. No se equivocó y Correa lo demuestra partido tras partido.