Cerca de 30 seguidores del 'Flu' tumbaron los portones de acceso a la sede deportiva del club, en el barrio Gardenia Azul, e irrumpieron en el vestuario donde los jugadores se preparaban para el entrenamiento.
Los servicios de seguridad del club fueron alertados para que desalojaran a los hinchas, pero los jugadores aceptaron escuchar sus reclamaciones, especialmente dirigidas a Paulo Henrique Ganso, Gilberto y el delantero colombiano Yony González.
Los seguidores del 'Tricolor Carioca' pintaron las paredes de la fachada de la sede con mensajes en contra de los dirigentes del club y la petición de que los jugadores "donen sangre" en la cancha con una mayor entrega.
El incidente ocurrió un día después de la salida del experimentado entrenador Oswaldo de Oliveira, quien en su tercera etapa en el 'Flu' no pudo recomponer el equipo tras la eliminación en los cuartos de final de la Copa Sudamericana frente al también brasileño Corinthians.
De Oliveira permaneció al frente del equipo apenas un mes y su salida se produjo tras el empate del jueves en casa 1-1 ante Santos, un partido que terminó con una bronca entre el entrenador y Paulo Henrique Ganso, quien airadamente le pidió explicaciones por su sustitución antes de finalizar el partido.
El resultado dejó al Fluminense en el decimosexto puesto de la clasificación, con 19 puntos, a 29 del líder, Flamengo, su histórico rival, y los mismos que Cruzeiro y CSA, ambos en la zona de descenso con un partido menos ganado en las 21 jornadas del torneo.
Este domingo, Fluminense recibirá la visita de Gremio y estará dirigido de forma interina por Marcao.
28 de septiembre de 2019