Más de 850 efectivos de Policía tuvieron que movilizarse en la capital andaluza para asegurar que el traslado de los hinchas más peligrosos al estadio ocurriera sin incidentes, además de para controlar los actos violentos de alguno de ellos.
Varias imágenes muestran cómo sufrió daños el mobiliario urbano. Se pudieron ver cristales por el suelo, vallas rotas y varios actos vandálicos más.
Pero, aunque los protagonistas -negativos- fueron los radicales griegos, el Betis habló en el campo y consiguió, gracias a un solitario gol de Canales, los tres puntos que sirvieron para que los verdiblancos consiguieran su pase a dieciseisavos de final.