Sin margen de error. Lo dijo Víctor Manuel Vucetich en la previa. Así afrontaba Chivas un 'Clásico Tapatío' frente a Atlas en el que perder o empatar eran lo mismo para las aspiraciones del 'Rebaño' de acabar entre los cuatro mejores.
Ese tinte de 'todo o nada', pese a la presión, resultó ser más que positivo para Chivas, que se llevó el duelo de una manera más contundente que la que reflejó el 3-2 en el electrónico final.
El inicio fue muy disputado, con ambos equipos respetándose en exceso, aunque cada balón suelto era una pequeña batalla que podía significar el triunfo final en esta 'guerra'.
Chivas estaba algo descolocado en los primeros compases, pero poco a poco comenzó a asumir el dominio del esférico y a encerrar a un Atlas que, las pocas ocasiones que llegaba a zonas peligrosas, lo hacía sin ideas.
Pese a ello, Atlas aguantó su puerta a cero durante la primera media hora, en gran medida gracias a un Vargas que sacó una mano inverosímil para desviar un certero cabezazo de Ponce. También probó fortuna Brizuela, pero su derechazo en el 25' se marchó desviado.
Atlas aguantaba bien el empate y cada vez veía más cerca el descanso, pero el cuadro visitante murió en la orilla. Antuna, con un remate raso en el 36', y Macías, tras una gran contra en el 42', ponían muy de cara el duelo para el 'Rebaño' antes del paso por los vestuarios.
Tras el descanso, Atlas adelantó ligeramente las líneas y salió algo más animado por la obligación que le imponía un marcador tan adverso. Pese a ello, las intenciones no se transformaron en hechos.
Chivas, con el electrónico muy a favor, cedió con gusto el supuesto dominio a un rival en el que solo malcorra, a base de disparos lejanos, parecía generar peligro.
Los minutos pasaban uno tras otro a favor de un 'Rebaño Sagrado' que solamente se vio sobresaltado cuando en el 70' el colegiado decretó un penalti a favor de Atlas. El mencionado Malcorra asumió la responsabilidad de ejecutarlo, pero Gudiño le averiguó las intenciones y detuvo la pena máxima.
Pese a que todavía quedaban 20 minutos por delante, ese fallo desde los once metros fue el último en la ataúd de Atlas, que no pudo reponerse de un golpe psicológico que fue todavía mayor cuando llegó el 3-0 de Brizuela.
Con el duelo sentenciado por completo, Jeraldino anotó en el 87' y Malcorra transformó un penalti en el último suspiro que solo sirvieron para maquillar el marcador, ya que el 'Clásico Tapatío', con mucha claridad, fue a parar del lado del 'Rebaño Sagrado'.