Se sabía en Butarque que era un partido para no sufrir en la recta final de la temporada. Situados en la zona medio-baja de la clasificación, ganar suponía poner tierra de por medio de cara a las últimas jornadas.
Se repartieron ambos conjuntos el dominio. El Leganés mandó durante la primera mitad y el Levante tuvo varias claras durante los últimos 45 minutos del choque, si bien acabó hincando la rodilla.
Saben bien los de Pellegrino que tienen un tesoro en su campo. No saben lo que es perder desde que lo hicieran el pasado mes de septiembre ante el Villarreal. De nuevo se apoyó en la hinchada para sacar un partido que bien podría haber acabado con otros cuatro goles entre los dos equipos.
Avisó el Leganés en los primeros minutos. Óscar Rodríguez, con el cañón que tiene por pierna, envió el balón a la madera en un tiro cercano a los 30 metros. Perdonó, desde más cerca, Braithwaite poco después.
El gol llegó en una jugada que bien podían haber firmado los Hermanos Marx en su camarote. Tenía el Levante una falta para colgar, pero prefirió hacer una jugada ensayada para sorprender. No lo hizo, pues Rubén Pérez recuperó y se lanzó a la carrera. El capitán le dio el balón por alto a Óscar, que se encontró con la salida de un Aitor que le dio con la clavícula. El despeje le llegó a Carrillo, que al intentar tirar a puerta se la dio de nuevo a Óscar. Con una preciosa y efectiva volea, el atacante metió el tanto del partido.
A partir de entonces el Levante empezó a buscar el gol pero mostró fragilidad defensiva. Pese a no tener a En-Nesyri, el Leganés lo intentó a la contra y de nuevo estuvo a punto de firmar el segundo.
Con el paso de los minutos, y con la charla de Paco López en el descanso, el Levante se echó al frente. Antes de pasar por el vestuario enviaría Bardhi el balón a la madera, pero fue nada más comenzar la segunda mitad cuando tuvo la más clara en un balón que se le quedó atrás a Borja Mayoral.
El ariete cedido por el Real Madrid hizo un gran partido a pesar de no estar acertado de cara a puerta. Bajó hasta tres cuartos de campo para recibir, aguantar y soltar la pelota. Lo agradecieron los centrocampistas ante la presión del Leganés.
Los cambios por parte de ambos equipos frenaron al Levante, que además vio cómo el Leganés comenzaba de nuevo a llegar al arco de Aitor Fernández. Pero, a poco del final, llegaría la acción polémica del encuentro.
La jugada más polémica
Centro desde la izquierda que fue a rematar Borja Mayoral en el área grande. El delantero saltó limpio y chocó con Cuéllar. El arquero se quejó y el colegiado pitó la falta justo cuando Coke había mandado el balón al fondo de las mallas. Una acción que, a la postre, terminaría con las opciones 'granotas'.
El Leganés da un paso de gigante en la lucha por la permanencia y se queda a diez puntos de la zona de peligro. No pudo el Levante salir del bache y tendrá que continuar sufriendo en la Liga Santander.