No fue la mejor noche de Vidal. El chileno lo dio todo y acabó pasándose de vueltas, expulsado por doble amonestación al caer en las provocaciones del rival. Provocaciones que, dicho sea, también llevaba escuchando casi 90 minutos desde la grada.
Vio las dos amarillas en un abrir y cerrar de ojos. Hizo un entradón, se llevó la primera y luego se encaró con Rui, cual duelo de muflones. Amarilla para ambos, pero roja por doble tarjeta para el azulgrana.
Vidal, que llevaba todo el partido escuchando los cánticos de la grada contra él por su pasado en la Juventus, aprovechó su camino a los vestuarios para encararse con los ultras napolitanos por ello.
Según 'TuttoSport', cuando abandonaba el campo respondió a los cánticos de la hinchada local con un "forza Juve". Vidal, quien según el citado medio habría "recibido fuertes ofensas hacia su madre", también fue deslumbrado por el clásico puntero láser verde que nunca falta en cada partido.