Ante más de 40.000 personas, el delantero peruano Claudio Pizarro recibió en el Weserstadion un bonito y emotivo homenaje, en un partido que enfrentó a los dos clubes de su vida: el Werder Bremen y el Bayern de Múnich.
Pizarro, que jugó la primera parte del encuentro con el Werder Bremen y la otra mitad, con el conjunto de Múnich, disfrutó así de una gran despedida por todo lo alto.