En el derbi catalán de marzo de 1999, el Barça jugó contra sí mismo. Los azulgranas dirigieron el encuentro a su aire. Marcaron al primer cuarto, sentenciaron en el segundo y administraron a partir del tercer gol.
La tarea resultó tan liviana que el equipo se dejó ir, y entre Figo, Rivaldo y Kluivert deshicieron el encuentro para los 'culés', don dos goles del brasileño y uno del punta de los Países Bajos.