Dicen que las primeras veces no se olvidan. Ocampos, como muchos otros futbolistas, lo atestigua.
Ha marcado muchos goles a lo largo de su carrera, pero nunca olvidará, entre otros, el primero que hizo cuando se sumó al Mónaco. El Saint-Étienne fue su primera víctima el 5 de octubre de 2013. Un primer gol de los muchos que marcaría con la camiseta de este club de la Ligue 1 y que le sirvió a su equipo entonces para sumar los tres puntos (2-1).