Harry Winks anotó el tercer gol en la victoria del Tottenham ante el Ludogorets y lo hizo con un lanzamiento desde alrededor de 30 metros, en lo que fue uno de los mejores goles de la jornada.
El futbolista de los 'spurs' confesó que quería darle el balón a Bale porque lo vio desmarcado, pero que finalmente le salió ese tanto. Hasta Mourinho bromeó con sus palabras después al decir que, si él hubiese hecho gol, diría que es candidato al Puskás.