La de James Rodríguez es una historia interruptus, pero aun así llena de grandes momentos y, sobre todo, de clase en esa pierna zurda.
Un golazo, el mejor del Mundial de Brasil de 2014, enamoró a Florentino Pérez, que fue a por él. Las lesiones y una cesión al Bayern no le han permitido tener toda la continuidad deseada.
Sin embargo, en la retina del Bernabéu hay almacenados varios buenos chispazos del colombiano.