Thiago Silva ha sido un símbolo del PSG en esta década. De sus primeros mediáticos, un líder dentro y fuera del campo. Sin embargo, la temporada 19-20 no la recordará como la mejor.
Puede, incluso, que sea la última, pues acaba contrato y no está clara su renovación. Si es así, se habrá ido, con permiso de lo que pueda jugar en Champions, con su campaña menos participativa (30 partidos), debido también a la jaqueca que le han dado las lesiones.