Pocas veces un jugador ha quedado tan señalado ante otro. En una jugada que comenzó en estático, una simple finta de Alphonso Davies a Nélson Semedo sirvió para que el Bayern consiguiera un nuevo gol en el 2-8 al Barça.
El lateral se fue del jugador portugués con extrema facilidad y, sin oposición, llegó hasta el área pequeña para regalarle el tanto a puerta vacía a Kimmich. Un gol que ya es historia de la Champions League.