Un jovencísimo Philippe Coutinho ya mostró en España de qué era capaz. Era de esos futbolistas que tienen magia en las botas, y el Málaga lo comprobó de la peor manera posible.
Falta en la frontal, poblada barrera y ningún hueco por donde colar el balón. ¿Y qué hizo Coutinho? Burlar a la defensa rival al chutar raso, sorprendiendo a todos y marcando un bonito gol de paso.
Bonito gol que de poco sirvió. Van Nistelrooy y Demichelis le dieron la vuelta al marcador en un abrir y cerrar de ojos mediada la segunda parte y el Málaga se llevó los tres puntos de Cornellà.