El Paris Saint-Germain es un club de talonario, así que sus canteranos están obligado a ser superestrellas si quieren ir ascendiendo en los escalafones inferiores hasta llegar al primer equipo.
Que se lo digan si no a Moussas Diaby, que lo tenía todo para triunfar en el Parque de los Príncipes, pero tuvo que salir para empezar a mostrar lo que llevaba dentro. Algo que consiguió en el Bayern Leverkusen.