Fernando Redondo fue uno de los mejores jugadores de la década de los 90. Llegó sin hacer mucho ruido a Tenerife y se convirtió en uno de los mejores centrocampistas de la Liga hasta que el Real Madrid lo fichó.
De 'merengue' se hizo gigante y luego se marchó al Milan, donde no pudo acabar a un nivel alto su carrera por determinados detalles.
No ha olvidado los momentos vividos en el Santiago Bernabéu junto al resto de cracks blancos.