Viera agrieta a un líder de cemento

Combate nulo entre dos aspirantes al ascenso. Almería y UD Las Palmas se repartieron los puntos en un encuentro en el que el cuadro de Rubi, lejos de apisonar, trató de tirar de solidez para lograr unos tres puntos que tuvo en su mano, pero el cuadro canario nunca dejó de creer y terminó por lograr unas tablas que demuestran la igualdad entre dos conjuntos que pueden y deben pelear por estar en Primera División.

Tras unos primeros minutos de puro tanteo entre dos 'gallitos' de la categoría, el Almería comenzó a generar peligro mediante balones largos a Sadiq y robos en zonas de peligro a una UD Las Palmas que, pese a dominar la posesión, no terminaba de crear problemas a la zaga de su rival.

Un disparo alto de Pejiño fue lo más destacado de los primeros 20 minutos, aunque poco después el líder pudo adelantarse en el marcador con un sensacional disparo de volea de De la Hoz que obligó a Raúl Fernández a lucirse. Pasada la media hora, el portero del conjunto canario volvió a salvar a su equipo en un mano a mano con Ramazani, pero la alegría fue corta.

Y es que Portillo cazó el rechace de esa acción y abrió la lata con una sutil vaselina. La acción fue protestada por el cuadro de Pepe Mel, pues Ramazani estaba adelantado en el inicio de la acción. Sin embargo, el colegiado y el VAR consideraron que fue un jugador de Las Palmas el que habilitó al belga, por lo que el tanto subió al marcador.

El 1-0 espoleó en parte al equipo canario, que reaccionó con un disparo de Pejiño que Fernando desvió como pudo a saque de esquina. Pese al empuje canario, el Almería aguantó y se marchó al túnel de vestuarios con una ventaja mínima que poder defender en la segunda parte del encuentro.

Con la necesidad de revertir la situación para evitar la segunda derrota del curso, Pepe Mel agitó el manzano e introdujo de inicio a Óscar Pinchi por Moleiro. Por su parte, sabiendo que al espacio podría hacer daño, el Almería se agazapó y le dio la total iniciativa a una UD Las Palmas que monopolizó el esférico.

Sin embargo, este control de la posesión no sirvió para preocupar a un Almería que, salvo por unos intentos individuales de Pejiño, no sufría en exceso y veía con cierta comodidad pasar los minutos del encuentro. Con los tres puntos cada vez más cerca, Rubi también movió el banquillo. Primero lo hizo por obligación (por las lesiones de Ramazani y Robertone) y luego por decisión propia para protegerse y asegurar el resultado.

Una decisión que, para su desgracia, no le salió bien. Y es que el cuadro de Pepe Mel, pese a no encontrar huecos en la zaga almeriense, no perdió en ningún momento la fe. Y la misma encontró recompensa cuando en el 90' Jonathan Viera, tras un exceso de confianza de Chumi, puso un definitivo 1-1 en el 90' que mantiene la buena racha de la UD Las Palmas (cinco duelos seguidos sin perder) y puede dejar al Almería sin el liderato cuando se vaya a dormir.