Por un lado jugaron el Darmstadt 98 y el Greuther Fürth; por el otro, el Osnabrück y el Jahn Regensburg. Y en los dos partidos se firmaron tablas.
Al Darmstadt 98 se le escapó en el último suspiro la posibilidad de sumar tres puntos que le acercasen a la lucha por el ascenso. Schnellhardt adelantó a los locales en el 56', pero como está ocurriendo en Alemania, la segunda parte fue de locura.
Y el Greuther Fürth, a tres del final, empató por mediación de Stefaniak. Y de ese modo, ni uno ni el otro sumó suficiente para arrimarse un poco a la cabeza de la tabla.
Pero si este partido les parece alocado, peor fue (en ese sentido) el otro. El Jahn Regensburg llegó a ir ganado 0-2 en casa del Osnabrück, pero en la segunda parte todo se echó a perder.
Stolze y Besuschkow hicieron los goles del club de Ratisbona, ambos en la primera parte, pero solo para que en la segunda el hispanoalemán Marcos Álvarez (sobrino de Antonio Álvarez, ex de Sevilla, Málaga o Granada) volviera a arreglar las cosas para el Osnabrück saliendo desde el banquillo.
Con su doblete, en tres minutos (67' y 70') igualó un partido que su equipo tenía más que perdido. Esto es el fútbol tras el parón, el caos más absoluto hasta que el físico vuelva.