Cuando se trata de negocios en el fútbol, es mejor pensar que no existen ni amigos ni enemigos. En el Atlético y el Villarreal nunca dudaron en separar el mercado de la relación entre ambos clubes.
Más allá de los desencuentros dentro del campo, el primer encontronazo no futbolístico fue en la campaña 2006-07. Lázaro Albarracín, vicepresidente del Atlético aquel año, abandonó el campo de La Cerámica asegurando que había recibido insultos en el palco.
El Villarreal de aquellos años comenzó a reforzarse bien, por lo que entró en el nicho de mercado de los 'colchoneros'. El 'submarino amarillo' fichó algunos jugadores que luego acabaron con la camiseta rojiblanca, como Godín o Forlán.
Antes del caso de Varela, el Atlético se hizo al inicio de temporada con el traspaso de Rodrigo. El centrocampista se formó en las categorías inferiores del equipo del Metropolitano, pero no supieron ver el potencial y se marchó rumbo a Castellón.
Cuatro años más tarde se convirtió en un jugador internacional y regresó al Atleti. Habrá que ver si el último encontronazo con Varela ralentiza las relaciones entre ambos clubes o, como hasta ahora, siguen intactas.