El mundo del motor es la segunda pasión de Villas-Boas, después del fútbol, entendemos. Se ha vuelto a poner a los mandos de un coche de rally.
Ya corrió el Dakar, al volante de un Toyota Hilux, y ahora se ha puestoa los mandos de un Citroën C3 R5 en un test privado. Dice 'Marca' que no sería descabellado que algún día acabe probando suerte de forma oficial en el WRC.