Viniciur Jr no es titular en el Real Madrid desde el pasado 8 de noviembre. Aquel día, el conjunto blanco cayó ante el Valencia en Mestalla por 4-1, con aquel 'hat trick' de penaltis de Carlos Soler.
De por medio hubo un parón de selecciones en el que fue convocado con Brasil, pero no jugó un solo minuto, y tras hacerse para ello 20.700 kilómetros, regresó a las órdenes de Zinedine Zidane para estar inicialmente a la sombra de Eden Hazard.
Sucedió que el belga se lesionó y se podía esperar a Vinicius de la partida contra el Shakhtar Donetsk, pero finalmente fueron Asensio y Rodrygo quienes ocuparon las bandas del Madrid. Ninguno de ellos logró desequilibrar más allá de la primera parte y en la segunda, con el equipo desesperado, sí salió el ex de Flamengo.
Pero Vinicius, como había sucedido durante las últimas semanas, no marcó la diferencia. Durante algunos compases del arranque de la campaña sí se vio a un jugador con chispa en el uno contra uno, capaz de romper y tomar buenas decisiones. Todo lo contrario a lo que ahora sucede.
Al brasileño le está pudiendo el ansia. Quiere echarse el equipo a la espalda, no sería la primera vez que lo hace, pero se le ve pasado de revoluciones. No elige bien y eso es lo que seguramente le esté relegando al banquillo, porque el nivel de su competencia tampoco es alto.
Contra el Sevilla, Vinicius tendrá una nueva oportunidad. Habrá que ver si como titular o desde el banquillo, pero deberá apretar los dientes para hacerse con el sitio de un Hazard al que no se le espera hasta al menos el 23 de diciembre, contra el Granada, en el penúltimo partido del año.