Antonio Raíllo sabe lo que es marcar a Vinicius de cerca y verle bailar en el banderín de córner después de encajar un gol. Y no le parece mal. Lo que le molesta es que el brasileño insulte y falte al respeto a sus rivales en el campo para, después, quejarse de racismo cuando se le tacha de provocador. En el 'Diario de Mallorca', el defensa comentó el lío que lleva teniendo como protagonista al 'crack' del Madrid durante semanas.
"Vinicius que baile, pero que no falte, que no insulte y no menosprecie a los compañeros de profesión; luego, cuando se le tilda de provocador, usa el comodín del racismo", afirmó. En efecto, por las danzas del '20', se generó una oleada de mensajes en las redes sociales de compatriotas suyos, incluido Pelé, para defenderle de lo que entendieron como casos de racismo.
Ya centrado en las actuaciones de los de Javier Aguirre y en si están siendo útiles para sus intereses deportivos, el bermellón comentó: "Veo al Mallorca y digo: 'Madre mía, qué aburrimiento', pero lo que importa son los puntos. Por mucho apoyarse en Muriqi, a lo mejor el equipo se puede olvidar un poco de jugar".
También habló sobre su propia situación personal, a propósito de la que dejó claro que seguirá en el Mallorca siempre y cuando sus objetivos casen con los del club: "Soy ambicioso y quiero que el club también lo sea". De momento, tiene contrato hasta junio de 2024, así que hay tiempo para que las dos partes se sienten a negociar.