El jugador sevillista regresó a Las Palmas tras lo ocurrido en el partido de la primera vuelta, por lo que fue bastante criticado. Vitolo provocó con un piscinazo el penalti que le dio el triunfo al Sevilla en el descuento y la afición canaria no ha olvidad aún lo ocurrido.
Incluso, hubo un intento para organizar una pitada generalizada, pero la cosa no fue tan desagradable para el jugador canario, que sí tuvo que sufrir pitidos esporádicos cada vez que cogía la pelota.
El ex de Las Palmas regresó a casa entre los silbidos de su gente, algo para lo que se había estado preparando durante toda la semana.