Danny Ward fue uno de los mejores jugadores de Gales en su primer partido de la Eurocopa, frente a Suiza. Frente al partidazo de Embolo, se erigió en uno de los principales pilares por los que los británicos cosecharon un punto en lugar de una derrota que, ciertamente, habría sido merecida porque los helvéticos fueron mejores.
Lo curioso es que este cancerbero lleva sin saltar al campo en un encuentro de Liga desde 2017. ¿Por qué poner el foco en Liga y no en otras competiciones? Porque es en la temporada doméstica en la que los cancerberos tienen a ser protagonistas cuando sus entrenadores les han elegido como titulares.
En efecto, este guardameta no es el favorito de su técnico desde la campaña 2016-17, cuando militaba en el Huddersfield Town. De ahí en adelante, de la mano de Liverpool y Leicester City, siempre ha ocupado un segundo plano que solo le ha dado para brillar en enfrentamientos de Copa o Europa League.
No por ello ha dejado Robert Page, líder de Gales por la ausencia de Ryan Giggs, de confiar en él. Le alineó de inicio frente a Suiza en su primer compromiso de la Eurocopa y se salió. Salvó un mano a mano con Embolo, le negó la mayor a un testarazo cuando el electrónico ya iba 1-1, evitó un gol de tacón de Akanji y se mostró seguro al interceptar centros laterales.