Pongámonos en situación. Gremio, que lucha por la parte alta de la tabla en Brasil, visitaba a un Coritiba penúltimo y sumido en zona de descenso pese a una buena racha que le ha hecho no perder en las cinco últimas jornadas.
Los visitantes se adelantaron en el 20' por medio de Paulo Miranda. Y es lo único que no tuvo la firma de Wilson en el partido.
El portero empezó a ser protagonista en el 73', cuando batió a su homólogo desde el punto de penalti. Con la derecha, engañó a Paulo Victor con una ejecución magnífica desde los once metros.
El 1-1 que puso el meta se mantuvo, precisamente, por él. Y es que completó el sueño de cualquier portero al parar una pena máxima en el minuto 90. Adivinó la intención de Jean Pyerre y salvó un punto para Coritiba.