Liverpool y Leicester protagonizaban uno de los duelos más atractivos del fútbol europeo este viernes y la realidad es que no ha dejado a nadie indiferente.
Los 'foxes' se pusieron por delante en el marcador gracias a un tanto de Dewsbury-Hall. Sin embargo, por desgracia para el equipo dirigido por Brendan Rodgers, apareció el calvario de Wout Faes.
El central belga dio la vuelta al marcador por culpa de dos desafortunados autogoles. El primero se produjo tras una definición de Darwin Núñez que se topó con el palo y el rechace le dio directamente al zaguero del Leicester.
Más surrealista fue el segundo tanto, cuando Faes salió al corte de un centro lateral y el esférico cogió una parábola perfecta imposible para el meta Ward. Todo esto, en siete minutos. Surrealista.
El central es el cuarto jugador con dos goles en propia puerta en un solo partido de la Premier League, después de Jamie Carragher (1999, Liverpool vs Man Utd), Michael Proctor (2003, Sunderland vs Charlton) y Jonathan Walters (2013, Stoke vs Chelsea).