El encuentro se orquestó en un toma y daca desde los primeros compases con bastante igualdad sobre el verde. El Lleida hacía más méritos, pues es, a priori, inferior, y estaba consiguiendo que sus contrincantes ni se acercaran a su área.
Las llegadas eran más de los locales, pero el buen hacer en la zaga 'perica' sirvió para sentar las bases de la remontada moral. Poco a poco, se fueron acercando a los dominios de Víctor, aunque seguía sin haber peligrosidad cerca de los cancerberos.
José Ruiz tuvo la mejor oportunidad de la primera parte con una pared dentro del área con Cano. Su chut se estampó contra el lateral de la red, así que no tuvo que intervenir Andrés Prieto, que vio como los suyos iban cada vez a menos.
La charla de Machín funcionó en el descanso, pues sus pupilos se pusieron más serios y no le concedieron más a los contrincantes. Un gran pase de Piatti que dejó solo a Wu Lei sirvió para que el chino batiera con mucha calidad al guardameta y abriera el marcador.
La diana llenó de moral a los 'pericos', que pasaron a dominar completamente el enfrentamiento. Wu Lei no dejaba de aparecer con varios disparos a la portería rival que, aunque imprecisos, servían para aplacar a los 'blaus' y que estos se mantuvieran a remolque.
Se volvió loco el choque en el tramo final. Las gradas clamaron por un posible penalti a Eneko en un lío en el área del que salió ganando Andrés Prieto, que realizó una gran parada a un disparo a bocajarro de Alph. Wu Lei apareció de nuevo para meter un golazo con la espuela de la bota, poniendo la guinda y dejando un gran sabor de boca.