Xavi Molina es uno de esos jugadores emblema y que hacen equipo. Con 26 años, llegó al Nàstic procedente del Atlético Baleares y, desde entonces, no ha hecho más que ganarse el respeto y el cariño de una afición afianzada en la Segunda División, hasta llegar a los 167 encuentros en total.
Cuando llegó, el equipo de Tarragona se encontraba en la Segunda División B pero, dos campañas más tarde, llegaría el ansiado ascenso a la categroría de plata. Finaliza su contrato este mes, en un curso en el que ha sido muy importante para su equipo y para los cuatro entrenadores que han pasado por el banquillo grana.
Xavi Molina rechazó una oferta del club para renovar por tres temporadas, buscando un cambio de aires. Desde el seno del club le echarán de menos por su esfuerzo en el terreno de juego y su capacidad de hacer piña dentro del vestuario.
"El Nàstic agradece el trabajo, esfuerzo y compromiso del jugador de La Canonja durante estos años, donde ha sido uno de los protagonistas en el retorno grana a la categoría de plata del fútbol nacional. El Nàstic le desea lo mejor a Xavi Molina Arias, tanto a nivel personal como profesional", así le agradecía el club los servicios prestados.
6 de junio de 2018