México ya tiene a un campeón del fútbol italiano. Hirving Lozano y su Nápoles se proclamaron vencedores de la Serie A y levantaron el 'Scudetto'. Ya en 2020, el 'Chucky' hizo historia al ser el primer mexicano en ganar un título en Italia. Lo consiguió en la Coppa, tras vencer a la Juventus en el Estadio Olimpico de Roma.
Por aquel entonces, Lozano tenía un papel discreto en el equipo que dirigía el italiano Gennaro Gattuso y no encontró esa regularidad que, en cambio, si ha tenido con Luciano Spalletti en la temporada más importante de la historia reciente del club italiano.
Y es que el internacional mexicano ha sido titular en la mayoría de los encuentros a lo largo de la temporada. Su contribución no ha estado ligada tan directamente de cara a puerta como la de sus compañeros en la ofensiva, el georgiano Khvicha Kvaratskhelia y el nigeriano Victor Osimhen, pero no ha dejado de ser igualmente necesaria para obrar la gesta.
La función del 'Chucky' en este equipo, esa con la que ha ayudado a que el Nápoles vuelva a lo más alto, ha sido la de aportar equilibrio. Desde el perfil diestro, Lozano ha sido capaz de neutralizar las subidas de su lateral y, además, de ayudar a su compañero Giovanni di Lorenzo con el extremo rival.
Spalletti ha podido dar rienda suelta a sus armas más potentes porque sabía que por el otro costado tenía la inestimable ayuda de un Lozano siempre comprometido, siempre dispuesto a exprimirse al máximo en una carrera defensiva, a guardar la posición en caso de subida de Di Lorenzo y a sacrificarse en pos del beneficio común.
Porque el 'Chucky' ha sido ese jugador que entendió a la perfección la idea que Spalletti quiso instaurar desde el primer día de julio en pretemporada. Nada podía llegar si no se trabajaba en equipo. La máxima que llevó al Nápoles a lo más alto de Italia se logró gracias a jugadores como Lozano.
Es el segundo título de su carrera en Italia. Ha elevado la dificultad del reto para los próximos mexicanos en la Serie A a cotas casi impensables. Porque ganar un 'Scudetto' con el Nápoles no está al alcance de casi nadie.