Que si Hazard, que si Pogba, que si ahora tanto Bale como James se quedan... Mucho nombre en el día a día del Madrid y ni rastro del de Isco. Uno de los tres jugadores con más calidad del centro del campo blanco, pero en pocas quinielas como titular.
Ahora está por ver cuál es el rol del malagueño. Más aún teniendo en cuenta que el mercado no se ha cerrado y, si bien se enfría la posibilidad de que llegue el francés del United, la vía de Eriksen o Van de Beek tampoco están cerradas del todo.
Isco, con un nuevo ánimo, a priori parte con el cartel que tenía con Zidane: un jugador que no solía ser titular, pero que siempre contaba y presente en los momentos más importantes de los títulos, especialmente de las Champions.
En Vigo, pese a la lesión del belga, su técnico apostó por Bale. Un palo para el ex del Málaga, que es el jugador más parecido en condiciones técnicas a Hazard. Eso sí, en la segunda parte salió, mostró mando, pidió el balón cuando el equipo estaba con diez y participó activamente en la acción del 3-0.
Isco lo pasó realmente mal con Solari el año pasado. Una afrenta personal del argentino lo sacó de la ecuación del día a día, un palo más duro porque venía de contar con el cariño de Julen Lopetegui.
El pasado dice que Zidane tirará de él, pero no muchas veces como titular. Quizá la sanción de Modric en la próxima jornada contra el Valladolid le permita estar entre los once elegidos, pero cuando Hazard se recupere, de nuevo las dudas se instalarán en su día a día.
¿Será vendido a última hora? ¿Recurrirá el Madrid a él como moneda de cambio en la 'Operación Neymar'? ¿Tendrá paciencia porque su entrenador contará con él, aunque sea a cuenta gotas?
Un año más, la ecuación es la misma para Isco: su calidad está fuera de toda duda, pero su titulariddad nunca es unánime.