Tenía que ocurrir. Y pasó en el quinto partido de la cita rusa. El mero estreno del VAR en un Mundial ya componía una escena para el recuerdo. No obstante, la primera decisión rectificada pasará a la historia. El 16 de junio de 2018 quedará en la memoria de todos los amantes del fútbol.
Poco antes de la hora de encuentro, Griezmann se quedaba solo ante el guardameta Ryan. Cuando se diponía a encararlo, cayó tras tirarse al suelo Risdon en su intento por frenar su lanzamiento. A priori, parecía claro que el jugador del Atlético de Madrid se había dejado caer. Y así lo estimó Andrés Cunha.
Sin embargo, segundos después, llegó el esperado gesto de dibujar la televisión con los dedos. La realización mostró los monitores de los árbitros asistentes que controlan el VAR; y comenzó el show.
Momento histórico na #Copa2018: @AntoGriezmann foi derrubado na área. O árbitro, que não marcou nada no momento, consultou o recurso de vídeo e marcou o pênalti! Griezmann mesmo bateu e abriu o placar. #FRA 1 x 0 #AUS
— Portal R7.com (@portalR7) 16 de junio de 2018
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Fue breve, muy pocos segundos hubo falta para ver las hasta cinco repeticiones de la acción. A medida que llegaban más, se apreciaba un contacto entre el lateral australiano y Griezmann. ¿Suficiente para pitar pena máxima?
El grupo de asesores lo vio con bastante claridad y el árbitro uruguayo corrió a señalar los once metros. Una parte del estadio rugió; otra bufó. Y la historia quedó inmortalizada.
El primer penalti de la historia de un Mundial acabó en gol; Griezmann lo transformó a la perfección, dejando a Ryan sin opciones.
Curiosamente, apenas un par de minutos después llegó otra pena máxima, por manos de Umtiti. En esta ocasión no hizo falta que hubiera instrucciones por el pinganillo, Cunha vio la torpeza del central y su intento de taponar el centro australiano.