Antes de anotar el 1-3, Messi se pegó dos carreras de 40 metros rumbo a la portería que culminó con dos tiros sutiles que acabaron en el poste derecho de Lloris.
Dos acciones calcadas, muy de Leo: cabalgada en diagonal, nadie le sale al paso y, desde la frontal, lanza colocado. Dos jugadas prácticamente iguales con mismo desenlace: al palo.
A la tercera se tomó la revancha el argentino. Combinación con Alba, la deja pasar Suárez y, esta vez sí, Messi la pone otra vez a la derecha de Lloris. Ni el francés ni la madera impidieron esta vez el gol.
3 de octubre de 2018