Pero no fue ni mucho menos fácil este encuentro para Cristiano, que hasta el gol se pasó el partido protestando, mosqueado, discutiendo cada jugada.
De hecho, las cámaras captaron su cara de incredulidad cuando el Torino se adelantó por medio de Lukic. Le robó la cartera a Pjanic, fatal ante el Torino, y gol.
Inmediatamente las imágenes apuntaron a un Cristiano que miraba al suelo y levantaba la ceja en clara señal de desaprobación. No fue el único gesto de CR7.
Pidió hasta dos penaltis Cristiano, uno de ellos por supuesto codazo de Nkoulou, otro por manotazo de Bremer. Se pudo redimir por su tanto, en el 84', tras un salto estratosférico.
28 goles oficiales con la Juventus suma un CR7 que ya no tiene más retos en lo que va de campaña más allá de luchar por el título de máximo goleador de la Serie A.
Quizá esa necesidad y deseo de marcar goles llevó a la frustración al 'crack' de la Juve, que al menos rescató un punto para su equipo.