La nueva España que quiere despertar Luis Enrique sufrió, pero venció a Noruega. Y lo hizo gracias a la presión y la pelea, algo que antes no se veía demasiado con el 'tiki-taka'.
El seleccionador, consciente de que la evolución será dura, destacó que lo importante era empezar con buen pie y que se había logrado.
También el estilo que debe seguir 'la Roja'. "Hay que ser agresivo con y balón", dijo el primer día y antes del partido. Esa es su máxima: siempre ir a por el balón, la entrega.
Los jugadores han dado un paso adelante gracias a Luis Enrique, cuya filosofía ensalzó Ramos, el líder también de esta España. No dejó de insistir en la importancia de superar la presión y forzar el error del rival antes y durante el partido.
Y los españoles, más acostumbrados a ganar gracias al talento y la combinación que desde la presión, captaron el mensaje y lo aplicaron en espera de recuperar la confianza perdida.
"Estoy contento con todo, con la actitud, con lo que habíamos hablado durante la semana, por las ocasiones ante un rival que ha defendido en su campo y al que no es sencillo de presionar porque no tiene la pelota y que en ocasiones hasta es el portero el que lanza a los delanteros. Lo hemos hecho bien. Me voy más que contento por la actitud", afirmó Luis Enrique.
A esta España le faltan cosas, pero quedan mimbres para ilusionarse con otro modelo, aún sin definir totalmente pero que tiene su base en la lucha en grupo y dar nunca por perdido un balón.
Morata fue este sábado el más claro ejemplo de esa máxima a pesar de no haber visto puerta. De ahí vino el 2-1. Tras haber fallado hasta cinco ocasiones, peleó una mala cesión de Nordtveit a Jarstein que acabó en penalti del portero sobre el delantero.
Algo que le valió los elogios del entrenador. "Ha estado excepcional, creando ocasiones, peleando y obligando a los noruegos", afirmó Luis Enrique.
También se pudo ver el buen entendimiento en el carril izquierdo entre Jordi Alba, Marco Asensio y Rodrigo Moreno.