Es bastante curioso. Y podría casi sonar imposible. Pero ya existe una semana en la que el Barcelona tenía que jugar de manera consecutiva contra el Inter de Milán y el Real Madrid. Y el equipo azulgrana salió más que airoso.
Es más, aquello fue más complicado todavía. Y es que, además del argentino, Zlatan Ibrahimovic también se encontraba lesionado. Pep Guardiola tuvo que tirar de recursos en dos encuentros de suma dificultad. Y todo salió más que bien.
Corría la temporada 09-10. Primero llegaron al Camp Nou los italianos, con Eto'o como rival y Mourinho sentado en el banquillo. Con un 2-0 firmado por Pedro y Piqué, el equipo catalán porácticamente dejó encarrilado su pase a los octavos de final, igual que ocurriría ahora.
Después de eso, quedaba afrontar con mucha energía positiva el 'Clásico'. Más aún con la recuperación de Ibra. De hecho, fue un tanto del sueco el que definió el 1-0 cerca de la hora de juego.